Lunes 24 de abril de 2017.

Todos llegamos a clase, un poco adormecidos, ya que, era lunes y a pesar de ser segunda hora, el cansancio que caracteriza a los lunes y el comienzo de semana se veía en nuestros rostros.
Entramos en nuestra aula, nos sentamos con nuestros pequeños grupos y amistades, como solemos hacer automáticamente cada vez que llegamos a una clase. La profe nos saludo, y nos preguntó por e fin de semana.
Entre tanto, Jaione, nos proyectó un vídeo en la pizarra, sobre una serie de adolescente un tanto conflictivos y rebeldes, donde, el profesional, en este caso era un profesor, los ayudaba a reflexionar sobre la vida que llevaban y también les proporcionaba terapias en grupo para que todos hablaran de sus problemas y a la vez se liberasen de ellos.
Una chica contó que su padrastro abusaba de ella y estuvo a punto de cortarse las venas ante tal situación. Toda la clase se sorprendió ante la valentía de la niña, y muchos otros compañeros de ella, fueron animándose a contar historias parecidas vividas por ellos, y así, entre todos, se despojaban de sus terrores y sufrimientos interiores.
Todo esto, terminó con un gran abrazo colectivo entre los jóvenes y el profesor, el cual sacó de los chicos su lado más sensible.
Tras esta visualización, la profesora nos sugirió, que nos fuésemos levantando y escribiéramos en la pizarra las palabras que nos había transmitido el vídeo.

                                                                     

                                                            

                                                         

Estas fueron algunas de las palabras que se plasmaron en la pizarra sobre el reciente visualizado del vídeo.

 Para finalizar la clase, la profesora nos pregunto que si nos gustaban dichas dinámicas, que si nos gustaría alguna vez comentar nuestros problemas y miedos con nuestro grupo de clase para entre todos, poder solventar estos problemas y que sean más llevaderos. En este mismo momento, una compañera, comentó que esto estaría bien pero si lo hacíamos en subgrupos, ya que la clase entera, no nos llevamos muy bien, y aquí surgió un pequeño debate sobre nuestros compañeros del grupo 1.

Explicamos que la relación es nula con ellos, que aveces son demasiado avaros, que tienen algunos profesores distintos a nosotros y eso les conlleva a ellos algunas preferencias. Desde que llegamos, nos dividieron en grupos, y por lo cual con ellos pasamos pocas horas de trabajo y convivencia, y existe más una relación de competitividad que de cordialidad. La clase iba llegando a su fin, y todos fuimos recogiendo nuestras pertenencias y nos despedimos de Jaione hasta el próximo viernes, donde la veríamos de nuevo con todo nuestra clase, es decir, los dos grupos.

La clase, del lunes 24 fue una gran reflexión para todos, tanto por la visualización del vídeo como las opiniones que todos dimos acerca de la situación de los grupos de clase.